La elección de Nuria para su boda
El coronavirus ha dejado en stand-by muchas historias que estaban por escribirse. Las bodas se vieron frenadas, y con ellas, las ilusiones de muchas personas. Por eso, cuando me llegan fotografías de novias que han pasado por el atelier, no pueden darme una inyección más fuerte de ilusión y ánimo. Las fotos son del resultado, pero no paran de traer historias y recuerdos de cuando nos poníamos manos a la obra.
Cuando recibía las imágenes de Nuria, me venía a la mente ese momento en que llegaba a nuestro atelier acompañada de su madre y de su hermana. Decía venir un poco decepcionada, ya que había venido al pueblo de las novias en busca de su vestido, y después de varias pruebas, no había dado con el que ella llamaba “ese es mi vestido de novia”. De casualidad, llegó a Sara Ostos, tras una breve conversación y darle a conocer la forma de trabajar, echamos un vistazo a la Colección de Novia.
Mirando las fotografías se le iluminaron los ojos, se había enamorado de un modelo de los que había visto. Sus detalles y el toque de color habían sido esenciales para llamar su atención. Sin pensarlo, pasó al probador para, en esta ocasión si, poder decir que ese sería su vestido de novia. ¡Qué alegría cuando nuestras novias encuentran lo que buscan!
Teniendo una base sobre la que trabajar, comenzamos a diseñar juntas el vestido de sus sueños. Fuimos adaptándolo a sus gustos y preferencias, ayudándola en la elección para que fuese el vestido que deseaba. Añadimos las mangas, retocamos el escote delantero cerrándolo un poco y cubrimos la espalda dejando el diseño al estilo 100% de Nuria. Comenzamos a confeccionar y comenzaron las pruebas, cada vez que Nuria venía era un paso más a verse vestida de blanco. Quedaba cuidar los detalles, por ello, elegimos el tocado, hablamos de su peinado y el maquillaje para que todo fuese perfecto.
Si cuando se marchaba del atelier con su vestido de novia sabía que iba a estar guapísima, verla en fotos me lo ha terminado de confirmar. Una novia especial, que me conquistó con su personalidad, y mano a mano conseguimos hacer el vestido que soñaba. No sabes la ilusión que me ha hecho poder compartir momentos tan especiales para una novia como los que vivimos. Gracias por dejarme poner mi granito de arena para hacer de tu sueño, una realidad.